El de hoy es uno de ellos. Hoy os voy a hablar de la camiseta albinegra de Costa Rica. El primer partido de Costa Rica fue ante Escocia en Génova. Curiosamente, no hace mucho que Costa Rica volvió a recurrir al uniforme albinegro. La Gestapo comenzó a indagar sobre su vida privada y le colocó bajo sospecha, dado que era checo de nacimiento, tenía amigos judíos y no ocultaba en privado su rechazo a las ideas nazis. Este equipazo -campeón de Europa ese año- tenía a las tres estrellas holandesas, Gulli, Van Basten y Rijkaard, que vistieron la camiseta del año 88 citada anteriormente, así que repiten en el top. La bandera era tal cual la conocemos actualmente (verde, blanco y rojo) pero en el centro tenía el escudo de la Familia Real Saboya, principal causante de la unificación italiana. Este hecho hizo que la afición italiana se volcara con los costarricenses, y que muchos consideraran que habían adoptado ese uniforme como homenaje a la Juventus.
Fue el mítico Giovanni Trappatoni el que lo hizo debutar con la selección italiana. Su bisabuelo, Luigi, llegó a América en 187o, procedente de Ascoli Piceno, en la región italiana de Marche. Pues porque es el color heráldico de los Saboya, la familia real italiana que se hizo cargo de la jefatura del Estado tras la reunificación. Se trata de las que conforman la constelación del Dragón, un guiño al símbolo y apodo del equipo portista. No fue una Gran Copa del Mundo, ni por juego ni por resultados, pero yo le tengo un cariño especial por ser el primer que viví. La mayor parte de su carrera vistió la camiseta del Austria de Viena, rechazando una atractiva oferta del Manchester United. Quien le dio los colores definitivos a la camiseta bostera fue Juan Brichetto basándose en los colores de la bandera sueca. Además, cabe destacar que el equipo colchonero no se escapa de la tendencia Nike para este año: las medias en colores diferentes. De un tiempo a esta parte, en Italia han aumentado los casos de jugadores extranjeros nacionalizados que han llegado a vestir la camiseta ‘azzurra’.
Una de ellas cuenta que en 1902, antes de que el club cumpliera un año jugadores salieron a festejar el Carnaval sobre el carro de una comparsa presentándose con el nombre de «Los Habitantes del Infierno». Hans Gamper, el fundador del club, fue quien decidió usar estos colores porque eran los del F. C. Basilea, un equipo suizo en el que había jugado antes de llegar a España. Tras colgar las botas inició una carrera como entrenador, que ha desarrollado por ahora en dos equipos mexicanos y uno de su país natal: Coras de Tepic, Club Atlético Tigre y Cafetaleros de Tapachula, su último club, de donde fue despedido a finales del pasado mes de enero. Pero la realidad es que no se trataba de un homenaje a la Juve, sino a un club costarricense, el Club Sport La Libertad, que fue uno de los pioneros del balompié en este país centroamericano.
La anfitriona Rusia también estrenará una camiseta para la gran cita que va a organizar en su país. El otro gran cliente de Adidas en Italia es el Milan. Lo hizo Prandelli, lo hizo Fanny e Italia se lo agradece. En Italia 1990 España se quitó las rayas amarillas de las mangas y las puso en el cuello de pico. No debe haber muchos argentinos que tengan un buen recuedo de la camiseta alternativa que usó la Selección en Italia, un modelo todo azul, con un cuello blanco más cerrado en comparación a los modelos anteriores. Con una camiseta innovadora, con tres rayas amarillas en cada una de las mangas y cuello de pico, España deambuló por nuestras tierras ante rivales sencillos como Honduras o Irlanda del Norte ya que ni siquiera fue capaz de pasar de la segunda fase donde Alemania Federal e Inglaterra consumaron un fracaso que se vio venir desde el primer partido.
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